Hace tiempo que se habla de varios conceptos relacionados con la administración pública y su gestión, desde el paso de un sistema burocrático weberiano a uno más racional o distribuido, con características como la delimitación rigurosa de competencias, seguimiento estricto de procedimientos, disciplina y control, o especialización de funciones; consiguiendo así una administración pública más eficiente y ágil.
El otro concepto es el empoderamiento de la administración pública, definido de modo general como “el proceso por medio del cual se dota a un individuo, comunidad o grupo social de un conjunto de herramientas para aumentar su fortaleza, mejorar sus capacidades y acrecentar su potencial”.
Qué duda cabe que la industria del agua en todas las fases de su ciclo productivo es competencia directa o indirecta de alguna administración, ya sea esta local, regional, o estatal, debido en parte al carácter por un lado demanial del agua, así como por la importancia de esta tanto para la salud pública y calidad medioambiental de sus ciudadanos, así como por ser un elemento fundamental para el resto de las industrias, y por lo tanto para la economía en general.
Este enfoque de nueva gestión basado en un mayor control distribuido se encuentra con algunas circunstancias que son comunes tanto al sector público como privado, entre estos podrían citarse: cada vez menos recursos materiales y personales, un entorno más competitivo en el que la calidad es el reto más importante, más control e información por parte de la ciudadanía que cada vez dispone de más conocimientos y medios, más restricciones medioambientales y por último, más información que procesar de los diferentes contratistas o en este caso licitadores, que además se alternan periódicamente en la mayoría de los casos.
Por todo esto, es la administración la que tiene que tomar las riendas de la gestión, siendo en este caso no la prescriptora de nuevos métodos o herramientas de gestión sino la propietaria de ellos, consiguiendo como primer paso la adquisición del know-how que se crea con cada licitación.
La implantación de un sistema informático para la gestión del mantenimiento, especialmente en relación con contratos de mantenimiento y operación dentro del sector del agua, como Abismo-net de WGM, presenta un buen número de ventajas, de las que es precisamente no el operador sino el propietario el mayor beneficiario.
- Mejor organización del servicio por parte de la empresa operadora.
- Adecuada ejecución de los trabajos de mantenimiento contratados y la trazabilidad en la gestión del servicio contratado.
- Planificación, coordinación y control de necesidades y actividades.
- Control económico del gasto.
- No hay pérdida de información con la creación de nuevas licitaciones (plan de mantenimiento, históricos, inventarios, contratos, etc.).
- Continuidad de las operaciones con la entrada de nuevos operadores.
- Evitar duplicidades en el coste de implantación de nuevas herramientas en cada contrato.
Además de los ya descritos anteriormente y en línea con los objetivos perseguidos dentro del marco de “La Agenda Digital para España”, en el cual se establece el desarrollo de un Plan de servicios públicos digitales con un doble objetivo:
- Mejorar la calidad y eficiencia de los servicios públicos mediante la utilización de las TIC.
- Aprovechar la capacidad tractora de los proyectos de modernización de los servicios públicos para el desarrollo de la industria tecnológica, redundando en crecimiento, expansión internacional y creación de empleo.
Dentro del eje iv, incluido dentro de la AD: “Impulso del sector TIC mediante otros proyectos de modernización de servicios públicos movilizadores de la demanda TIC”, se empodera a las administraciones públicas a tomar liderazgo en la adquisición, implantación y desarrollo de nuevas tecnologías digitales, tales como Gestión documental y digitalización de procesos, Cloud Computing o Internet Móvil de Alta velocidad.
Estos elementos, combinados de manera transversal, ayudan a la optimización de recursos públicos, incidiendo de manera positiva en la calidad de vida de los ciudadanos y por lo tanto en la opinión y valoración sobre la gestión de recursos económicos, ya que se le asegura a la administración un mayor análisis en tiempo real gracias a:
- Asegurar la correcta planificación del mantenimiento de todos los activos.
- Administra el presupuesto asignado.
- Gestiona la resolución de incidencias
- Gestión fácil de informes y consultas:
- Compromiso de los operadores.
- Datos técnicos.
- Económicos.
- Repuestos y compras.
- Vertidos.
- Parámetros del agua y su calidad,
- Etc. …
Como conclusión, cabe destacar que desde hace un tiempo sí se percibe un interés cada vez más creciente de las entidades públicas por tener acceso a este tipo de herramientas, en las que es el operador un simple usuario al que se le da un acceso temporal por duración de su contrato con el objetivo de que alimente y así aumente el conocimiento colectivo y no personal o privado, creando servicios públicos de mayor calidad a menor coste para la sociedad.